Frente a toda debilidad hay solo dos maneras de verlas y reaccionar ante ellas; la manera legalista y la manera de la gracia, veamos esta verdad con un pasaje bÃblico:
La mujer adúltera
Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,
le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.
Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
Mas esto decÃan tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribÃa en tierra con el dedo.
Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.
Pero ellos, al oÃr esto, acusados por su conciencia, salÃan uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
Esta mujer que nos representa a todos nosotros, se encuentra entre dos posiciones, entre dos bandos, por un lado los fariseos quienes representan el legalismo acusador, asesino,condenador, que avergüenza y señala y por otro lado encontramos al señor Jesús lleno de la gracia restauradora, de nuevas oportunidades, que anima y capacita para cambiar radicalmente nuestro estilo de vida. estos bandos y estas posiciones son las mismas que debemos afrontar ante la tentación.
Hay una pregunta que salta en esta escena y nos confronta: Tú, pues, ¿qué dices? frente a la debilidad siempre se nos planteará esa pregunta que demanda una respuesta y un actuar acorde con dicha respuesta, ¿que habrÃas hecho tu estando en el lugar de Jesús?, ¿que posición asumirÃas,que bando elegirÃas?, ante tus debilidades y ante las debilidades de los demás, como reaccionas?.
"y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. "
Todo lo concerniente a las debilidades es un asunto entre nosotros y Dios, nadie más, ni los hombres, ni el enemigo, esto es muy importante que lo tengamos bien claro ya que siempre que cedemos ante las debilidades vendrá alguien a acusarnos y condenarnos, haciéndonos creer que es Dios quien está hablando y desechandonos. Jesús no hizo eso con esta mujer, sus palabras fueron de perdón, de restauración y de una nueva oportunidad de andar lejos del pecado.
Debemos tener siempre presente que como hijos de Dios NADIE nos puede acusar, ni condenar:
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. Rom 8:33-34
Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
Ella dijo: Ninguno, Señor.
No admitas ninguna acusación por parte de nadie, solo Dios tiene la facultad de acusar con justo juicio y el nunca acusará a sus escogidos, los confrontará , los restaurará y los encaminará lejos del pecado, pero jamas los condenará.
Dios demanda de nosotros transparencia.
Ella no ocultó, justificó o disfrazó su debilidad.
El no la avergonzó, la insultó o humilló, le instó a que cambiara de estilo de vida a que se pareciera a El.
En el proceso de ser como Jesús se requiere de nuestra parte:
HUMILDAD: para reconocer nuestras debilidades y pecados.
TRANSPARENCIA: para confesar cuando caemos y pecamos.
ESFUERZO Y VALOR: para decidir cambiar nuestro estilo de vida.
PACIENCIA: para aguardar sin desanimarnos hasta que Cristo se entrone en esa área problema en nuestra vida.
¿PORQUE DIOS NO QUITA DE TAJO NUESTRAS DEBILIDADES?
Yo se que muchas veces te habrás hecho esta pregunta, la respuesta la encontramos en nuestra naturaleza caÃda, Dios conoce nuestra tendencia a gloriarnos en nosotros mismos y a enorgullecernos, por eso usa las debilidades como un mecanismo de control para evitar que nos salgan alas y nos creamos más de lo que somos.
Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;
respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mÃ.
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mà el poder de Cristo.
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. 2Co 12:7-10
Asà que para nuestras debilidades la gracia es mas que suficiente y ademas su poder se perfecciona en la debilidad, ¿como se efectúa esa perfección? la respuesta la encontramos en romanos 8:26;
Y de igual manera el EspÃritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el EspÃritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
y en hebreos 4:15-16;
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
De lo anterior podemos deducir que no estamos solos en este proceso de ser como Jesús y vencer las debilidades, tenemos la ayuda del EspÃritu Santo y de Cristo.
Este tema es muy profundo y tiene muchas aristas y variantes de acuerdo a cada persona y situación en particular, en esta enseñanza he tratado de abordar de una manera general lo concerniente al mismo y todo lo expuesto es valido para todo tipo de debilidades, no obstante estoy consciente que el proceso de sanidad es particular e individual, por ello te invito a ponerte en contacto, si deseas mas información y ayuda en tu proceso, con el mayor de los gustos te la proporcionaré.
Animo hermano, Dios está contigo y trabajando en ti, para ti y para mi es la promesa;
DIGA EL DÉBIL, ¡¡¡FUERTE SOY¡¡¡.
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